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Los nanosatélites están cambiando nuestra forma de hacer negocios

El espacio está cada vez más cerca de lo que lo estaba antes, y la industria espacial tiende hacia la miniaturización, hacia los nanosatélites. Cada vez hay más compañías, como Planet y Spire, que están poniendo más cámaras en órbita que permiten obtener una visión en tiempo casi real y sin precedentes de todos los rincones de la Tierra; desde los glaciares en la Antártida, a los campos de trigo en Egipto, pasando por los grandes desiertos. Los datos e imágenes que estas cámaras envían, están siendo utilizados por las empresas para dotar de mayor transparencia y eficiencia a diferentes áreas.



Según pasan los años, los humanos nos acercamos más al espacio exterior y lo comprendemos mejor. En medio de una época de lanzamientos continuos, en los que grandes empresas se pelean por conseguir ser líderes en las puestas en órbita, y los servicios satelitales se hacen imprescindibles, la industria espacial tiende hacia la miniaturización, hacia los nanosatélites.


Compañías como Planet y Spire están poniendo en órbita más cubesats, satélites enanos, dotados con cámaras que permiten obtener una visión en tiempo casi real y sin precedentes de todos los rincones de la Tierra; desde los glaciares en la Antártida, a los campos de trigo en Egipto, pasando por los grandes desiertos. Los datos e imágenes que estas cámaras envían, están siendo utilizados por las empresas para dotar de mayor transparencia y eficiencia a diferentes áreas.

La revista Fast Company informa de seis principales campos que experimentan grandes cambios con el uso de cubesats:


Agricultura

Si bien es cierto que hay un gran número de compañías que utilizan imágenes de satélite para predecir los rendimientos agrícolas anuales de los principales cultivos, son pocas las que utilizan esta información para plantaciones más especializadas, y las que emplean nanosatélites de empresas privadas para recabar los datos. Hasta ahora, lo común era utilizar servicios proporcionados por las grandes agencias espaciales como la NASA o la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).


Vinsight, una pequeña empresa californiana, ha decidido centrarse en las uvas y las almendras, dos de los productos agrícolas más valiosos del estado. «Pensamos que tenía sentido aplicar la tecnología a un sector que realmente lo necesita», asegura la fundadora de la empresa, Megan Nunes. Los productores de uva y almendra suelen tener una tasa de error del 30-40% cuando predicen sus salidas estacionales.


Vinsight utiliza aprendizaje automático para analizar imágenes de satélite, teniendo en cuenta los factores externos como la ubicación, el clima y el rendimiento histórico. Con esta información, los agricultores pueden obtener una predicción del rendimiento tres o cuatro veces más precisa. Esa información, ha dicho Nunes, puede ayudar a ahorrar en costes de mano de obra, estimar los ingresos para el año y establecer mejores acuerdos con los compradores.


La ESA, por su parte, ya ofrecía desde 2011 el servicio GrapeLook, que utiliza la información recogida por los satélites para asesorar a los vinicultores sobre cómo y cuándo regar los viñedos de forma óptima. Este servicio combina los datos recogidos por los satélites de observación de la Tierra con una serie de medidas de campo, que son enviadas en tiempo real vía satélite al centro de procesado de datos. GrapeLook utiliza técnicas de teledetección para medir el agua que liberan las plantas, el aumento de la biomasa y el rendimiento con el que se están utilizando los recursos hídricos. Toda esta información, una vez procesada, se distribuye a los vinicultores y a las autoridades hidrológicas a través de una página web basada en Google Maps.


Otra empresa de análisis, FarmShots, va más allá. La startup con sede en Carolina del Norte analiza los campos y factores como la absorción de la luz y la elevación del terreno para detectar la presencia de plagas o enfermedades en los campos individuales. FarmShots alerta a sus clientes cuando hay un problema, y en la actualidad, trabaja en la construcción de sus algoritmos de reconocimiento para identificar fácilmente la causa, tales como hongos. A través de una reciente asociación con John Deere, la tecnología de la compañía ha sido integrado en tractores y otros equipos. «Generamos un mapa para indicar a la máquina para poner menos fertilizante en las áreas que son saludables y más en las áreas que no son saludables», remarca el CEO de FarmShots, Joshua Miller.


En este aspecto, la ESA se ha unido recientemente a una serie de socios internacionales de Argelia, Francia, Mali, Mauritania, Marruecos, España y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para probar cómo los datos satelitales, como la misión de la ESA para el estudio de la Humedad del Suelo y de la Salinidad de los Océanos (SMOS) puede emplearse para predecir las plagas de langostas, que constituyen una grave amenaza para la producción agrícola y, en consecuencia, para la subsistencia y la seguridad alimentaria.


 

Navegación marítima


Antes de la era de los cubesats, los satélites de propiedad gubernamental cubrían solo las zonas más pobladas de la Tierra, dejando los lugares más remotos sin monitorear, como las rutas de navegación en el Ártico. En marzo, Spire se asoció con la National Geospatial-Intelligence Agency (NGA) y Ball Aerospace para controlar estos puntos ciegos. “La sospecha es que hay más tráfico allí de lo que pensamos”, afirma Nick Allain, director de creatividad en la compañía.


La compañía también ha utilizado sus capacidades para prevenir peligros similares en el Océano Índico, donde trabaja conjuntamente con el gobierno de Indonesia para reducir la actividad de la pesca ilegal marcando los barcos que se encuentran en aguas restringidas y, actualmente, está probando una nueva capacidad que puede detectar qué tipo de pescado está capturando un barco. Spire también proporciona datos sobre piratería a las empresas.


Respuesta ante emergencias


Cuando un desastre golpea, las imágenes satelitales pueden ser una herramienta crucial para los gobiernos y las organizaciones de ayuda humanitaria en la evaluación de daños y en el establecimiento de protocolos de seguridad y ayuda directa. Planet, que ha puesto en órbita cerca de 150 satélites de dimensiones reducidas, utiliza sus imágenes para crear mapas que muestran una zona afectada antes y después de un desastre, y permite identificar rápidamente los edificios que han sido dañados y los caminos que están bloqueados.


«En lugar de tener que enviar gente al campo para inspeccionar, que puede ser costoso y requiere mucho tiempo, podemos satisfacer esa necesidad con nuestras imágenes vía satélite», asegura Tara O’Shea, que dirige las iniciativas de impacto en Planet. Uno de los escenarios en los que la compañía ya ha actuado, ha sido el huracán que afectó a Haití el pasado otoño.


Investigación del medio ambiente


Para los investigadores, las implicaciones de las imágenes de satélite son casi infinitas. Pueden ser utilizadas para controlar todo, desde la deforestación en la Amazonía a la floración anual de plantas tropicales. En abril, Planet lanzó un nuevo programa para facilitar esta labor, la apertura de su plataforma para cualquier persona con una afiliación universitaria. Científicos de Stanford a la Universidad de Oslo utilizan imágenes y datos de la compañía, para seguir el movimiento del glaciar Jakobshavn de Groenlandia, que es famoso por arrojar grandes cantidades de hielo en el océano cada año.


Orbital Insight también ha puesto en marcha iniciativas en este espacio: durante los últimos dos años, ha estado trabajando con el Instituto de Recursos Mundiales para mantener un ojo en la deforestación. Mediante la búsqueda de señales de advertencia, tales como construcción de nuevas carreteras en áreas no desarrolladas, la compañía tiene la esperanza de evitar la deforestación antes de que suceda.


Seguridad Nacional


El Departamento de Defensa de EEUU ha concedido recientemente a la compañía de análisis de imágenes Descartes Labs 1,5 millones de dólares para estudiar la seguridad alimentaria en Oriente Próximo y el Norte de África. Descartes está escaneando las operaciones en tierras de cultivo, tanto a gran escala como en los campos más pequeños, y monitoreando las primeras señales de hambre, que pueden preceder a la discordia sociopolítica. Eso hace que sea más rápido, más fácil y más barato identificar los problemas en dichas regiones y tratar de evitar los conflictos antes de que sucedan.


Desarrollo económico


En 2015, Orbital Insight se asoció con el Banco Mundial para estudiar de que manera su tecnología podría medir los índices de pobreza y el crecimiento económico, centrándose en una pequeña parte de Sri Lanka. Las dos organizaciones están utilizando esos conocimientos para probar la tecnología en México, utilizando imágenes de satélite, aprendizaje automático y los datos de encuestas para medir cuántas personas viven por debajo del umbral de la pobreza en diferentes municipios.

El gobierno mexicano utiliza mapas de pobreza para dirigir la financiación social, pero esos mapas solamente se producen cada varios años. El uso de nanosatélites puede acelerar el proceso y monitorear correctamente a un mayor número de personas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza y que necesitan ayuda.


Artículo extraído de: theobjective.com

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